En un futuro utópico sin emociones ni sentimientos, Silas (Nicholas Hoult) padece S.O.S (Switched On Syndrome), una enfermedad que le hace sentir. En esta sociedad que reprime cualquier muestra de afecto, dolor o amor, Silas y Nia (Kristen Stewart) se enamoran al descubrir que ambos están “infectados”.
La película es un análisis curioso sobre la naturaleza humana, sobre lo esencial que es sentir para el ser humano incluso si se trata de sentir dolor. Puede que el mundo creado por ‘Equals’ te de qué pensar. La película menciona mucho el suicidio, por ejemplo, y te hace preguntarte si las personas seríamos capaces de soportar no mostrar sentimientos de ningún tipo o, el tener que afrontar nuestros sentimientos en soledad sin poder compartirlos. Es curioso también como se describe la enfermedad y sus fases y, me encantó el pequeño detalle de que el protagonista comenzara a dibujar tras saber de su condición, lo cual se traduce en que la creatividad o el arte es tan parte de la esencia humana como sentir y ambas cosas están conectadas.
Por otro lado, nos hace plantearnos si los sentimientos son contagiosos, ya que en este mundo se consideran una epidemia no contagiosa, pero la humanidad de los personajes sólo comienza a aflorar una vez han tenido contacto con alguien que también padece lo mismo. Realmente es posible que todos los miembros de esa sociedad estén sintiendo lo mismo pero todos lo estén ocultando. Me gusta por su mensaje de esperanza y por la forma en la que muestra la complejidad humana y la necesidad de compartir y expresar los sentimientos.
