La semana pasada comentamos los pasos a seguir para comenzar a meditar con nuestra cuenta, sin necesidad de ir a ningún curso y hoy te vamos a contar una técnica muy simple y practica de meditar y con la cual podemos avanzar a nuestro propio ritmo.
El ejercicio consiste en comenzar concentrándonos durante un minuto. En este minuto te concentrarás en tu respiración, sintiendo la temperatura del aire, como el aire que entra es más frío que el aíre que sale de tu nariz, mientras piensas “¿Qué necesito saber?”.
Este ejercicio clarifica la mente e inmediatamente nos hace sentir mucho mejor, con más calma y paz interior, especialmente si lo hacemos durante situaciones estresantes en la casa o el trabajo. Realmente es simple, sin embargo los resultados son sorprendentes. Este ejercicio puedes practicarlo en cualquier situación, en cualquier lugar y, así, empezar a comprobar las ventajas de meditar a diario.
Además, la ventaja de este ejercicio es que puede extenderse cuanto tiempo desees. Hoy empieza con un minuto, mañana dos y así sucesivamente, hasta que llegues a diez. Puedes mantenerte en diez minutos todo el tiempo que quieras y después ir aumentando en intervalos de 5 o 10 minutos, lo que tu prefieras. Y si te sientes cómod@ quedándote en 10 minutos, también está correcto; dedica 10 minutos diarios y notarás como cada día que logras encontrar o hacer el tiempo para tu meditación diaria, te sentirás feliz de haberlo logrado.